Interpretación Textual
Leer el siguiente texto y realiza un mapa conceptual del mismo.
En los últimos años los deportes extremos han
acaparado la atención de millones de personas, superando los deportes
tradicionales
Es una realidad que cada día es más común saber de amigos que han
decidido saltar en paracaídas, aventarse del bungee o que se
adentran en el motocross, surf, escalada o ciclismo de montaña. Estos deportes extremos, frecuentemente asociados
con la locura, el riesgo, la aventura y el peligro, han sido definidos durante
años como deportes exclusivos de los adictos a la adrenalina; incluso se los ha
catalogado como deportes aptos sólo para “locos” que no temen morir o para
irresponsables que no pueden vivir sin la adrenalina. Sin embargo, un estudio
reciente publicado en la edición de Psychology of Consciousness:
Theory, Reaserch and Practice ha demostrado que esto es
totalmente incorrecto. Quienes practican deportes extremos son personas
responsables que están conscientes de su entorno, de sí mismos y del deporte
que practican.
Este estudio fue realizado por Eric Brymer, profesor adjunto de
Queensland University of Technology (QUT) que actualmente trabaja en Leeds
Beckett University del Reino Unido, y el profesor Robert Schweitzer de QUT.
En dicho estudio, los profesores observaron que hay una tendencia
hacia los deportes extremos. En palabras de Brymer, “los deportes
extremos se han convertido en un fenómeno munidal y somos testigos de un
interés sin precedentes”. Agregó que mientras muchos participantes de deportes
individuales o en equipo tradicionales como golf y básquetbol han disminuido en
la última década, los participantes de deportes extremos han aumentado, lo que
se está convirtiendo en una “industria multimillonaria”.
No se puede negar la popularidad de los deportes extremos, basta
mirar anuncios publicitarios de marcas de todo tipo para ver que cada vez se
apoyan más en estos deportes, porque es un hecho que son impactantes y acaparan
nuestra atención. Pero, ¿qué tienen que nos encantan? ¿Qué ocurre al
practicarlos y qué nos genera que los amamos tanto?
“La experiencia es tan difícil de describir como lo es el amor. Hace que
el participante se sienta totalmente vivo y parece que todos los sentidos
trabajan mejor que en el día a día, como si el participante trascendiera las
formas cotidianas de ser y vislumbrara su propio potencial (…) BASE jumpers
hablan de poder ver todos los colores y recovecos de la roca a medida que
superan los 300Km/hr, o escaladores extremos sienten como si flotaran y
bailaran con la roca. La gente habla sobre la ralentización del tiempo y la
fusión con la naturaleza”, explicó Brymer en su estudio.
El profesor Schweitzer asegura que es fundamental entender las
motivaciones que llevan a practicar deportes extremos para comprender a los
seres humanos. “Lejos de los supuestos tradicionales que se centran en el
riesgo, la participación en los deportes extremos ayuda a tener experiencias
psicológicas más positivas y expresa valores humanos como la humildad, armonía,
creatividad, espiritualidad y un sentido vital de sí mismo que enriquece la
vida cotidiana”.
Para evitar hacer juicios, el estudio se centró en la experiencia
de vivir los deportes extremos. Así se analizó también la toma de
decisiones, es decir, qué lleva a un individuo a escoger una actividad que bajo
ciertas circunstancias puede conducir a la muerte. El estudio reveló que los
deportes extremos tienen el potencial de inducir estados no ordinarios de
consciencia que son poderosos y significativos.
Es por esto que el estudio demuestra que los deportes extremos no tienen
nada que ver con gente irresponsable que tienen cierto deseo a morir. Son
individuos con un alto conocimiento de sí mismos, de su vida y de lo que
enfrentan. Son personas que buscan experiencias positivas que tienen un
potencial transformador y que “enriquece la vida de cada participante al
proporcionar una visión más profunda de lo que significa ser humano”.
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